Entes I

El arte transmedia, en su afán por trascender los límites de un solo medio, ha encontrado en la escultura un puente fascinante entre lo digital y lo físico. La escultura, tradicionalmente anclada en lo tangible, se ha transformado en un vehículo para explorar la fluidez entre lo real y lo virtual, invitando al espectador a una experiencia multisensorial y a una reflexión profunda sobre la naturaleza de la identidad en la era digital.

La representación del rostro en la escultura ha sido desde siempre un estudio de la identidad. En la era digital, esta representación se vuelve aún más compleja y rica en significados. Es así, que al acoplar estos semblantes en la virtualidad, por medio de la invención de la Galería Ubiquitous, la atemporalidad de su espacio moldea, recrea y comparte de infinitas maneras su potencia plástica.


La Entidad como Fenómeno

Para comprender esta interrelación entre lo físico y lo digital, podemos recurrir a la filosofía. Gilles Deleuze, en su obra,propone una concepción de la entidad como un fenómeno que se constituye a través de relaciones y conexiones. La entidad no es una cosa en sí misma, sino un conjunto de procesos y acontecimientos que se despliegan en el tiempo y el espacio. En el arte transmedia, la escultura se convierte en una entidad que se extiende más allá de su forma física,estableciendo conexiones con otros medios y con el espectador.


Un rostro esculpido, al ser digitalizado y compartido en las redes sociales, se convierte en una entidad que se multiplica y se transforma a medida que los usuarios interactúan con ella. Los filtros, los efectos especiales y las modificaciones que se le aplican crean una multiplicidad de rostros, cada uno de ellos con una identidad única. Esta multiplicidad de identidades digitales refleja la complejidad y la fluidez de la identidad en la era contemporánea.


El arte transmedia ha revolucionado la escultura, transformándola en un medio de expresión que va más allá de lo tangible. La representación del rostro en la escultura, al vincularse con la identidad en los medios atemporales de la virtualidad, nos invita a reflexionar sobre nuestra propia identidad en un mundo cada vez más digitalizado. La filosofía, al ofrecer herramientas conceptuales para comprender la entidad como fenómeno, nos ayuda a descifrar la compleja relación entre lo físico y lo digital en el arte contemporáneo.

En última instancia, la escultura transmedia nos muestra que la identidad es una construcción fluida y dinámica, que se transforma constantemente a través de nuestras interacciones con el mundo físico y digital.