Descripción
En los estribos de la cordillera oriental se encuentra Muzo, un territorio más conocido por sus codiciadas rocas que por su peculiar paisaje. Sobre los ríos y quebradas se asientan las poblaciones mineras, estructuras temporales que se alzan entre palafitos y puentes colgantes. Es en Muzo donde generalmente hombres conocidos como "guaqueros" escarban sobre la tierra en busca de minerales preciosos y esmeraldas, una actividad que ha marcado profundamente la historia y el paisaje de la región.
Esta serie fotográfica documental, realizada durante una salida de campo durante mi formación como ecólogo, busca visibilizar los impactos ambientales y sociales de la minería de esmeraldas en Colombia. A través del lente de la cámara, se revela la compleja relación entre el hombre y la naturaleza en un entorno marcado por la explotación de recursos naturales.
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Socavones, erosión y contaminación de ríos.
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| Vida en la mina: Trabajo en condiciones precarias. |
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| Viviendas improvisadas, falta de servicios básicos. |
La minería de esmeraldas, si bien ha generado riqueza para algunos, ha dejado una profunda huella en el ecosistema y en las comunidades locales. La extracción indiscriminada ha llevado a la deforestación, la contaminación de fuentes hídricas y la pérdida de biodiversidad. Además, la informalidad y la falta de regulación han generado conflictos sociales, desigualdad y trabajo infantil.
La historia de la minería de esmeraldas en Colombia está marcada por figuras como Víctor Carranza Niño, conocido como el "zar de las esmeraldas". Su poder y riqueza le permitieron construir un imperio empresarial, pero también lo vincularon con prácticas ilegales como el contrabando y el financiamiento de grupos paramilitares en Colombia. Carranza es un ejemplo de cómo la búsqueda de la riqueza puede generar violencia y desigualdad.
A través de esta serie fotográfica, se busca generar conciencia sobre los desafíos ambientales y sociales que enfrenta Colombia como consecuencia de la explotación de sus recursos naturales. Asimismo, se pretende rendir homenaje a las comunidades locales que habitan estos territorios y que han visto transformada su forma de vida por la actividad minera.
