Descripción
Dentro de los ejercicios e investigaciones realizadas en los laboratorios de arte y ciencia de diversos colectivos independientes surge la propuesta de empatizar con el "otro" desde el habitar de un cuerpo o una vida que se encarna dentro de nuestra estructura ya predispuesta a ser humana.
Mi siembre surge como una propuesta explorativa que ahonda en la experiencia de "ser" desde aquello que solamente puede ser percibido en el campo de la conceptualización y experiencia metódica del estudio de la vida.
La disección y aproximación que la ciencia puede ofrecernos sobre las otras formas de vida no hace aun más evidente el hecho de que, a pesar de hacer parte de una naturaleza, nuestra inherente condición de humanos siempre "filtrara" la experiencia de todo aquello que no los es desde el ángulo que nuestra naturaleza nos predispone.
El performance pretende encarnar el cuerpo de un árbol emulando mi forma humana con las estructuras que permiten asentar la vida de estas especies.
Durante el proceso de siembra, la realización premeditada de mi hoyo y el gesto de inmovilizar mi cuerpo para permitirme "encarnar" la vida de otro ser, pretendía forjar un estrecho lazo sobre la vida de aquello que solamente ha desmenuzado la curiosidad de nuestra naturaleza.
Buscando perdurar tanto como fuera posible en un estado de meditación y concentración, el proceso que duró aproximadamente 8 minutos, hasta la puesta del sol, me arrojo diversas perspectivas sobre aquella acción de la que no podía soportar sin ser devorado por los insectos y desgastado por mi intento por mantener la estructura que había erguido para emular un árbol.
Cedí.
Como un humano o como un árbol, había caído por mi propio peso.